viernes, 16 de enero de 2015

¿Que hicieron con las pilas?



¿Se acuerda usted de aquellas pilas almacenadas en tambores por la Fundacion Ita Enramada? ¿Sabe usted que se hicieron con esas pilas?

Resumiendo un poco la historia, la fundación Ita Enramada estuvo juntando pilas durante mucho tiempo en tambores plásticos, una labor loable en un país como Paraguay donde no existe un lugar para disponer de manera adecuada las pilas, y que si no eran recolectadas, terminarían en vertederos comunes, cursos de aguas, y suelo, contaminando de una manera grave. 

Lo cierto es que, después de mucho tiempo, apareció un fiscal que decidió imputar al director de la fundación por "disposición inadecuada de residuos peligrosos". Al final la municipalidad de Asuncion se hizo cargo, (como debería hacerlo hace rato y como lo estaba reclamando hace tiempo el imputado). 

¿Que hizo la municipalidad de Asunción con los las pilas? Según las pocas informaciones que dieron en las noticias en aquel entonces, se iban a llevar a Remansito, donde se encuentra una empresa procesando residuos, más específicamente UNA INCINERADORA.  Entonces, ¿Incineraron las pilas? Aparentemente es lo que hicieron, la verdad no lo sé, pero ¿Qué otra cosa van a hacer en una Incineradora?

¿Es correcto incinerar las pilas? ¿Es la mejor alternativa? ABSOLUTAMENTE NO. Las pilas no se incineran NUNCA, por más tecnología de lavado de gases y lo que quieras que tenga la planta incineradora, las pilas nunca hay que incinerarlas. LAS PILAS HAY QUE RECICLARLAS.

Las pilas contienen contaminantes peligrosos, metales pesados como el mercurio, el cadmio y el plomo, algunos de esos elementos no se destruyen con la incineración, de manera que acaban siendo emitidos a la atmósfera y respirados por la población. NO EXISTE  INCINERADORA EN EL MUNDO con la tecnología para incinerar pilas sin generar una grave contaminación. LA UNICA ALTERNATIVA VALIDA ES EL RECICLAJE, y si no se dispone de esa planta recicladora de pilas ¿Qué es lo mejor que podemos hacer? Es mejor, guardarlos en contenedores plásticos, bien cerrados y en un lugar cerrado que no entre en contacto con los factores ambientales, eso es mucho mejor que INCINERARLAS. 

Sin embargo, incinerar las pilas es liberar los contaminantes (que antes estaban resguardados en los tambores) al incinerar se liberan a la atmosfera, y no solo eso, las cenizas, siguen siendo peligrosas. Entonces que se consiguió al INCINERAR? Se consiguió empeorar la situación, solo que, ante el desconocimiento de la gran mayoría de la población, la Incineración y la gran contaminación que generaron, pasó desapercibida. Y todos se quedaron con una “solución al tema de la pilas”

Dos cosas pueden pasar si algunas de las personas responsables de la Municipalidad o la empresa leen este artículo:
1. Que digan que las pilas no se incineraron y que están guardadas adecuadamente en un depósito para ser recicladas o tratadas como corresponden, o, algo muy improbable que ya se reciclaron, o 
2. Que las pilas se quemaron, pero…..la incineradora tiene toda la tecnología para incinerar pilas, y  el tratamiento adecuado de ellas sin contaminar y alterar el medio ambiente y la salud de las personas, garantizando una eliminación segura de los residuos de las pilas.

Si hicieron lo primero será una gran bendición, si dicen que hicieron lo segundo, HAN CAUSADO MAYOR CONTAMINACION Y DAÑO AMBIENTAL QUE LO QUE ESTABA CAUSANDO LAS PILAS EN LOS TAMBORES PLASTICOS. POR QUE ES UNA GRANDICIMA MENTIRA QUE INCINERAR LAS PILAS SE PUEDA HACER DE MANERA SEGURA Y SIN CONTAMINAR GRAVEMENTE EL AMBIENTE POR MAS TECNOLOGIA QUE PUEDA TENER LA PALNTA INCINERADORA.

Sepa la Municipalidad de Asunción, y sepa usted que las PILAS NO SE INCINERAN NUNCA, se RECICLAN, ese es el único método valido para las pilas.

  Sepa la Municipalidad de Asunción, sepa usted, sepa las autoridades ambientales y las autoridades judiciales, que, si incineraron, han causado UNA GRAN CONTAMINACION AMBIENTAL

lunes, 20 de agosto de 2012

Patéticas expresiones de Federico Franco

Es tan lamentable e indignarte escuchar al presidente del Paraguay, sobre la cuestión de los transgénicos. Recientemente dijo que firmara decreto para importar semillas transgenicas y hablo de independencia campesina. Dijo lo siguiente, según una noticia publicada en la nación: "Más que con las palabras con las acciones queremos firmar este decreto, ojalá que en la brevedad posible puedan tener, si antes ganaban 100, ahora van a ganar 300 o 400", manifestó el mandatario. 

Resaltó además la importancia de la utilización de este tipo de tecnonolgía,  "Hoy comienza la verdadera independencia del Parguay, estábamos acostumbrados a que el campesino dependa del presidente de seccional o de comité. Hoy ustedes se van a independizar"


Como se nota que no sabe nada de las familias campesinas y de los problemas que traerán los transgenicos. "Si antes ganaban 100 ahora van a ganar 300" ¿Eso va para los campesinos presidente, o para las multinacionales de los transgenicos? Por que si crees que los campesinos van a ganar mas estas absolutamente equivocado, todo lo contrario, van a salir perdiendo, trabajaran para pagar las patentes de los transgenicos y uso de agrotoxico. Pero si, los que si van a ganar mas son justamente las transnacionales, con patentes y mas ventas de agrotoxicos.   

"Hoy comienza la verdadera independencia del Parguay, estábamos acostumbrados a que el campesino dependa del presidente de seccional o de comité. Hoy ustedes se van a independizar". Que  equivocado estas presidente, es todo lo contrario, ahora dependerán, no solo los campesinos, sino todos los paraguayos, dependeremos de una multinacional de los transgenicos, que terminara adueñándose de las semillas. Que desgracia para mi país Paraguay nos haya tocado este presidente, impuesto no por la ciudadanía, si no por las multinacionales de los transgenicos y otras grandes empresas, hoy eso esta a la vista.

¿Como terminaremos dependiendo de estas multinacionales?. La semillas transgenicas estan patentadas. Están modificadas geneticamente, a ellas se le han introducido un gen que no pertenece a esa especie, son un invento de algunas empresas, por lo tanto, si usas esa "tecnología" debes pagar por usarla. Diran, y bueno, si yo quiero usar pago y si no quiero usar no pago pero........lo que no saben es que las empresas multinacionales de los transgenicos, están contaminado silenciosamente, ¿que quiere decir esto? Si tu tienes una plantación de Maiz transgenico y yo al lado del tuyo una de maiz no trasngenicos, El polen de tu maiz transgenico volara y fecundara a mi maiz no transgenico, por lo tanto gran parte de los hijos (o sea las semillas de maiz) tendran el gen del padre, o sea del transgenico, por que los genes se transmiten a las generaciones futuras, de esa manera, estan haciendo que "su gen" el gen que ellos introdugeron en el maiz o en el algodon u otros, se vaya trasnmitiendo de generacion en generación, por lo tanto una vez que todas las semillas de maiz o algodon o de lo que sea tengan "su gen" ellos serán dueño de las semillas, por lo tanto todos lo que quieran y los que no quieran tendrán que pagarles, por que ya no existirá semillas sin el gen de ellos. Terminaran asi, adueñandose de las semillas. Y si son dueños de las semillas, serán dueños de la alimentación y si son dueños de la alimentación controlaran el mundo. ¿ESA ES LA INDEPENDENCIA DE LA QUE HABLA NUESTRO PRESIDENTE? LAMENTABLE

Tendría que informarse mucho mas antes de cometer esta gran torpeza. Es bien sabido por muchos los problemas ambientales de los transgenicos, los problemas de dependencia y los problemas a la salud humana. Hoy ya es tarde.....hoy mas que nunca  Paraguay ha caído en una gran desgracia,  espero todos nos acordemos, cuando los problemas de los transgenicos estén a la vista, quienes posibilitaron esto en Paraguay, Federico Franco y  Enzo Cardozo, Presidente y Ministro de Agricultura respectivamente, ellos serán los responsables de las desgracias de los transgenicos en Paraguay. Acuérdense quienes fueron los que permitieron esto en  Paraguay. Acuérdense.







miércoles, 5 de agosto de 2009

El glifosato estimula la muerte de las células de embriones humanos

ENTREVISTA A GILLES-ERIC SERALINI, REFERENTE EUROPEO EN EL ESTUDIO DE AGROTOXICOS.

Fuente: Pagina12

Confirmó los efectos letales del herbicida en células humanas de embriones, placenta y cordón umbilical. Alertó sobre las consecuencias sanitarias y ambientales, y exigió la realización de estudios públicos sobre transgénicos y agrotóxicos. Cuando dio a conocer sus investigaciones, recibió críticas y desacreditaciones.

Por Darío Aranda

Gilles-Eric Seralini es especialista en biología molecular, docente de la Universidad de Caen (Francia) y director del Comité de Investigación e Información sobre Ingeniería Genética (Criigen). Y se ha transformado en un dolor de cabeza para las empresas de agronegocios y los defensores a ultranza de los OGM (Organismos Genéticamente Modificados –transgénicos–). En 2005 descubrió que algunas células de la placenta humana son muy sensibles al herbicida Roundup (de la compañía Monsanto), incluso en dosis muy inferiores a las utilizadas en agricultura. A pesar de su frondoso currículum, fue duramente cuestionado por las empresas del sector, descalificado por los medios de comunicación y acusado de “militante verde”, entendido como fundamentalismo ecológico. Pero en diciembre pasado volvió a la carga; la revista científica Investigación Química en Toxicología (Chemical Research in Toxicology) publicó su nuevo estudio, en el que constató que el Roundup es letal para las células humanas. Según el trabajo, dosis muy por debajo de las utilizadas en campos de soja provocan la muerte celular en pocas horas. “Aun en dosis diluidas mil veces, los herbicidas Roundup estimulan la muerte de las células de embriones humanos, lo que podría provocar malformaciones, abortos, problemas hormonales, genitales o de reproducción, además de distintos tipos de cánceres”, afirmó Seralini a Página/12 desde su laboratorio en Francia. Sus investigaciones forman parte de la bibliografía a la que hace referencia el Comité Nacional de Etica en la Ciencia en su recomendación para crear una comisión de expertos que analice los riesgos del uso del glifosato.

El investigador había decidido estudiar los efectos del herbicida sobre la placenta humana después de que un relevamiento epidemiológico de la Universidad de Carleton (Canadá), realizado en la provincia de Ontario, vinculara la exposición al glifosato (ingrediente base del Roundup) con el riesgo de abortos espontáneos y partos prematuros. Mediante pruebas de laboratorio, en 2005, Seralini confirmó que en dosis muy bajas el Roundup provoca efectos tóxicos en células placentarias humanas y en células de embriones. El estudio, publicado en la revista Environmental Health Perspectives, precisó que el herbicida mata una gran proporción de esas células después de sólo dieciocho horas de exposición a concentraciones menores que las utilizadas en el uso agrícola.

Señalaba que ese hecho podría explicar los abortos y nacimientos prematuros experimentados por trabajadoras rurales. También resaltaba que en soluciones entre 10 mil y 100 mil veces más diluidas que las del producto comercial ya no mataba las células, pero bloqueaba su producción de hormonas sexuales, lo que podría provocar en fetos dificultades en el desarrollo de huesos y el sistema reproductivo. Alertaba sobre la posibilidad de que el herbicida sea perturbador endocrino y, por sobre todo, instaba a la realización de nuevos estudios. Sólo obtuvo la campaña de desprestigio.

En 2007 difundió nuevos avances. “Hemos trabajado en células de recién nacidos con dosis del producto cien mil veces inferiores a las que cualquier jardinero común está en contacto. El Roundup programa la muerte de las células en pocas horas”, había declarado Seralini a la agencia de noticias AFP. Resaltaba que “los riesgos son sobre todo para las mujeres embarazadas, pero no sólo para ellas”.

En diciembre último, la revista norteamericana Investigación Química en Toxicología (de la American Chemical Society –Sociedad Química Americana–) le otorgó a Seralini once páginas para difundir su trabajo, ya finalizado. Focalizó en células humanas de cordón umbilical, embrionarias y de la placenta. La totalidad de las células murieron dentro de las 24 horas de exposición a las variedades de Roundup. “Se estudió el mecanismo de acción celular frente a cuatro formulaciones diferentes de Roundup (Express, Bioforce o Extra, Gran Travaux y Gran Travaux Plus). Los resultados muestran que los cuatro herbicidas Roundup, y el glifosato puro, causan muerte celular. Confirmado por la morfología de las células después del tratamiento se determina que, incluso a las más bajas concentraciones, causa importante muerte celular”, denuncia en la publicación, que precisa que aun con dosis hasta diez mil veces inferiores a las usadas en agricultura el Roundup provoca daño en membranas celulares y muerte celular. También confirmó el efecto destructivo del glifosato puro, que en dosis 500 veces menores a las usadas en los campos induce a la muerte celular.

Gilles-Eric Seralini tiene 49 años, nació en Argelia, vive en Caen, investiga la toxicidad de variedades transgénicas y herbicidas, es consultor de la Unión Europea en OGM y es director del Consejo Científico del Comité de Investigación e Información sobre Ingeniería Genética (Criigen). “He publicado tres artículos en revistas científicas norteamericanas de ámbito internacional, junto con investigadores que hacían su doctorado en mi laboratorio, sobre la toxicidad de los herbicidas de la familia del Roundup sobre células humanas de embriones, así como de placenta, y sobre células frescas de cordones umbilicales, las cuales llevaron a los mismos resultados, aunque fueran diluidas hasta cien mil veces. Confirmamos que los herbicidas Roundup estimulan el suicidio de las células humanas. Me especializo en los efectos de los OGM y sabemos que el cáncer, las enfermedades hormonales, nerviosas y reproductivas tienen relación con los agentes químicos de los OGM. Además, estos herbicidas perturban la producción de hormonas sexuales, por lo cual son perturbadores endocrinos”, afirma Seralini.

“El glifosato es menos tóxico para las ratas que la sal de mesa ingerida en gran cantidad”, señalaba hace una década la publicidad de Monsanto, citada en la extensa investigación periodística El Mundo según Monsanto, de Marie-Monique Robin. En el capítulo cuatro, llamado “Una vasta operación de intoxicación”, Seralini es contundente: “El Roundup es un asesino de embriones”. Hecho confirmado con la finalización de sus ensayos, en diciembre de 2008.

La contundencia y difusión del trabajo provocaron que la compañía de agrotóxicos más poderosa del mundo rompiera su silencio –a pesar de que su política empresarial es no responder estudios o artículos que no le sean favorables–. Mediante un comunicado, y ante la agencia de noticias AFP, Monsanto Francia volvió a deslegitimar al científico. “Los trabajos efectuados regularmente por Seralini sobre Roundup constituyen un desvío sistemático del uso normal del producto con el fin de denigrarlo, a pesar de que se ha demostrado su seguridad sanitaria desde hace 35 años en el mundo.”

La antigüedad del producto en el mercado es el mismo argumento utilizado en la Argentina por los defensores del modelo de agronegocios. Las organizaciones ambientalistas remarcan que esa defensa tiene su propio callejón sin salida. El PCB (químico usado en transformadores eléctricos y producido, entre otros, por Monsanto) también se utilizó durante décadas. Recibió cientos de denuncias y se lo vinculó con cuadros médicos graves, pero las empresas continuaban defendiendo su uso basado en la antigüedad del producto. Hasta que la presión social obligó a los Estados a realizar estudios y, con los resultados obtenidos, se prohibió su uso. “Con el glifosato pasará lo mismo”, retrucan las organizaciones.

–Luego de una investigación en la Argentina del doctor Andrés Carrasco, en la que confirmó el efecto devastador en embriones anfibios, las empresas del sector reaccionaron con intimidaciones, amenazas y presiones. ¿Le suena familiar?

–Sí, y mucho. Con mis investigaciones las empresas también reaccionaron muy mal. En lugar de criticar a los investigadores, una gran empresa responsable que no tiene ninguna capacitación en toxicología tendría que ponerse en duda e investigar. En diciembre de 2008, cuando se publicó nuestro último artículo, el Departamento de Comunicación de Monsanto dijo que estábamos desviando el herbicida de su función, ya que no fue hecho para actuar sobre células humanas. Este argumento es estúpido, no merece otro calificativo. Es muy sorprendente que una multinacional tan importante admitiera, con ese argumento, que no conduce ensayos de su herbicida con dosis bajas sobre células humanas antes de ponerlo en el mercado. Se debiera prohibir el producto nada más que por ese reconocimiento corporativo.

–¿Cuál fue el papel de los medios de comunicación en sus descubrimientos?

–Diarios y televisiones han hablado de nuestros estudios, dan cuenta de que el mundo está deteriorándose a causa de estos contaminantes y que muchas enfermedades desencadenadas por productos químicos ya se ven también en los animales y reducen dramáticamente la biodiversidad. Pero también hay que tener presente que el lobby de las empresas es muy fuerte, hacen llegar a los medios de comunicación informaciones contradictorias que finalmente desinforman a la opinión pública e influyen en gobiernos.

En 1974, Monsanto había sido autorizada a comercializar el herbicida Roundup, “que pasaría a convertirse en el herbicida más vendido del mundo”, se ufana la publicidad de la empresa. En 1981 la compañía se estableció como líder en investigación biotecnología, pero recién en 1995 fue aprobada una decena de sus productos modificados genéticamente, entre ellos la “Soja RR (Roundup Ready)”, resistente al glifosato. Monsanto promocionaba el Roundup como “un herbicida seguro y de uso general en cualquier lugar, desde céspedes y huertos hasta grandes bosques de coníferas”. También sostenía que el herbicida era biodegradable. Pero en enero de 2007 fue condenada por el tribunal francés de Lyon a pagar multas por el delito de “publicidad engañosa”. Los estudios de Seralini fueron utilizados como prueba, junto a otras investigaciones. La Justicia de Francia hizo eje en la falsa propiedad biodegradable del agrotóxico y hasta dio un paso más: afirmó que el Roundup “puede permanecer de forma duradera en el suelo e incluso extenderse a las aguas subterráneas”.

Frente a la campaña de desprestigio, Seralini recibió el apoyo de la Procuración General de Nueva York (que había ganado otro juicio contra Monsanto, también por publicidad engañosa). La revista científica Environmental Health Perspectives publicó un editorial para destacar sus descubrimientos y la revista Chemical Research in Toxicology propuso publicar el esquema completo del modo de acción toxicológico. “Monsanto siempre entregó estudios ridículos sobre el glifosato solo, mientras el Roundup es una mezcla mucho más tóxica que el glifosato solo. El mundo científico lo sabe, pero muchos prefieren no ver o atacar los descubrimientos. Sin embargo, la empresa sostenía que era inocuo. Hemos confirmado que los residuos de Roundup representan los principales contaminantes de las aguas de los ríos o de superficie. Por otro lado, recibimos apoyo de parte de investigadores que encontraron efectos similares, explicando así abortos naturales y desastres en las faunas autóctonas”, explica Seralini.

Con un mercado concentrado y una facturación sideral, la industria transgénica es denunciada por su poder de incidencia con quienes deben controlarla. Hasta la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos (el ámbito de control competente) es acusada de haber cedido a sus presiones. En agosto de 2006, líderes sindicales de la EPA acusaron a las autoridades del organismo de ceder ante la presión política y permitir el uso de químicos perjudiciales. “Se corren graves riesgos en fetos, embarazadas, niños y ancianos”, denunciaban. La EPA había omitido estudios científicos que contradecían los patrocinados por la industria de los pesticidas. “La dirección de la EPA prioriza la industria de la agricultura y los pesticidas antes que nuestra responsabilidad para proteger la salud de nuestros ciudadanos”, finalizaba el comunicado.

Seralini remarca el poder económico de las agroquímicas y recuerda que las ocho mayores compañías farmacéuticas son las ocho mayores compañías de pesticidas y de OGM, entre las que Monsanto tiene un papel protagónico. Por eso reclama la realización urgente de test sobre animales de laboratorio durante dos años, como –según explica– sucede con los medicamentos en Europa. “Hay un ingrediente político y económico en el tema, claramente, donde las compañías están detrás”, denuncia. Se reconoce un obsesivo del trabajo, advierte que desde hace una década analiza a diario todos los informes europeos y estadounidenses de controles sanitarios de OGM. Y no duda: “Los únicos que hacen test son las propias compañías, porque son ensayos carísimos. Las empresas y los gobiernos no dejan ver esos trabajos. Esos estudios debieran ser realizados por universidades públicas y debieran ser públicos”.

“Llevo 25 años trabajando sobre las perturbaciones de los genes, de las células y de los animales provocadas por medicamentos y contaminantes. Advertimos el peligro existente y proponemos estudios públicos. Pero en lugar de profundizar estudios y reconocernos como científicos nos quieren restar importancia académica llamándonos ‘militante ambientalista’. Tenemos claro que el ataque proviene de empresas que, si se hacen los estudios, deberán retirar sus productos del mercado”, denuncia Seralini, que en la actualidad advierte sobre el efecto sanitario no ya de los agrotóxicos, sino de los alimentos transgénicos y sus derivados. Recuerda que con el maíz transgénico (también tratado con Roundup) se alimentan los animales que luego come la población (pollos, vacas, conejos y cerdos) y explica que todos los productos que contienen azúcar de maíz (salsas, caramelos, chocolates y gaseosas, entre otros) deben ser objeto de urgentes estudios.

“Llevamos años trabajando sobre la toxicidad de los principales contaminantes. Hemos confirmado que el Roundup es también el principal contaminante de los OGM alimentarios, como la soja o el maíz transgénico, lo que puede conllevar a un problema de intoxicación de los alimentos a largo plazo.” La afirmación de Seralini va en sintonía con las denuncias de centenares de organizaciones sociales, urbanas y rurales, y movimientos internacionales como la Vía Campesina (colectivo internacional de campesinos, indígenas, sin tierra y trabajadores agrícolas), que exigen alimentos sanos.

lunes, 19 de mayo de 2008

La producción de biocombustibles generará graves impactos en la región

Greenpeace denunció en Machu Pichu el impacto que generará en la región la producción a gran escala de biocombustibles orientada a abastecer el mercado internacional. En el marco de la Cumbre de Presidentes de América Latina, el Caribe y la Unión Europea, Greenpeace instó a los gobiernos a adoptar estrictos criterios de sustentabilidad en la producción de biocombustibles.

En anticipación a la V Cumbre de America Latina, el Caribe y la Unión Europea (V ALC-UE) que se desarrollará a partir de mañana en Lima, Perú, Greenpeace denunció el peligro que la producción a gran escala de biocombustibles entraña para la región.

Con un cartel gigante con la leyenda “Peligro: Biocombustibles. Salvemos los bosques para salvar el clima”, desplegado en las ruinas de Machu Picchu, la organización ambientalista señaló el impacto que los biocombustibles tendrán sobre los bosques nativos de America Latina y en el aumento de los precios de los alimentos.

“La producción de biocombustibles está siendo impulsada por los gobiernos de los países industrializados como una “solución rápida” para el problema de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), pero lo que están generando son más problemas que soluciones. Si lo que realmente queremos es proteger el clima, necesitamos proteger los últimos bosques nativos que quedan”, señaló María Eugenia Testa, de la Unidad Política de Greenpeace Argentina.
La acción de Greenpeace en las ruinas de Machu Pichu fue realizada por un grupo de activistas integrado por ciudadanos chilenos, argentinos, colombianos, australianos y alemanes. La policía peruana demoró a tres activistas luego de que realizaran la acción de despliegue del cartel sobre las ruinas.

A pesar de las advertencias de investigaciones científicas y de las denuncias de importantes organismos internacionales acerca de la clara amenaza que los biocombustibles representan para los bosques y para la seguridad alimentaria, muchos gobiernos de la unión Europea y América Latina siguen impulsando y promoviendo la producción a gran escala de biocombustibles. “Los patrones de producción de biocombustibles hoy día están poniendo en peligro la subsistencia de las poblaciones más pobres del mundo al influir sobre los precios de los alimentos”, sentenció Testa.

“Por otro lado, la extensión de cultivos tales como el maíz, la soja, la colza o la caña de azúcar, destinados a la producción de biocombustibles, influye también en las tierras agrícolas disponibles y provocando la destrucción, directa e indirecta, de ecosistemas naturales, como las selvas y bosques tropicales”, afirmó.

La reglamentación europea estipula un corte obligatorio de los combustibles usados en el transporte con un 5,75% de biocombustibles para el 2010 y del 20% para el 2020.

“Europa ha establecido un corte que excede su capacidad de producción, por lo que se procura que los países de América Latina se conviertan en proveedores dentro del mercado internacional, poniendo en peligro su patrimonio natural” sostuvo Juan Carlos Villalonga, Director Político de Greenpeace Argentina. “Por eso, hoy es imprescindible que los presidentes reunidos en Lima establezcan criterios comunes para ambas regiones de sostenibilidad a la hora de producir biocombustibles.”

Mediante un documento acerca de los criterios que deben aplicarse en el uso de la bioenergía, la organización ambientalista pide a los líderes reunidos en Lima que se reconozca la necesidad de adoptar criterios de sustentabilidad para la producción de biocombustibles. Esta tarea incluye: lograr una reducción positiva y considerable de los gases de efecto invernadero (GEI) de al menos 60%; no degradar directa o indirectamente bosques naturales ni otros ecosistemas y no amenazar la seguridad alimentaria local, en especial la de los países en vías de desarrollo entre otros.

En la actualidad, la deforestación a nivel mundial sigue aumentando a una tasa alarmante: desaparecen más de 13 millones de hectáreas al año. La región de América Latina y el caribe aún dispone de abundantes recursos forestales pero alcanza uno de los niveles de deforestación más preocupantes: de 1990 a 2005 perdió alrededor de 64 millones de hectáreas de bosques.

Fuente: www.ecoportal.net

jueves, 6 de marzo de 2008

Confirman mortandad de aves por agroquimicos

Fuente: Diario ABC Color, 6 de marzo de 2008

El Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) confirmó que la mortandad masiva de aves y otros animales domésticos en el barrio Jamaica de La Paloma fue causada por productos organofosforados.

LA PALOMA, Canindeyú (Rosendo Duarte, corresponsal). La Dirección de Patología y Control de Alimentos del Senacsa detectó niveles de colinesterasa (componentes de la sangre que ayudan al sistema nervioso a trabajar apropiadamente) muy por debajo de lo normal, al analizar los animales domésticos muertos (gallinas, patos, pavos, cerdo y perros) en el barrio Jamaica de La Paloma. La mortandad se registra desde hace aproximadamente un mes.Según los técnicos intervinientes, con eso se comprueba que la mortandad fue causada por productos tóxicos, presumiblemente empleados en el tratamiento de la soja.Según explicó la Dra. Andrea de Zacarías, jefa regional del Senacsa, en primer lugar los estudios descartaron la presencia de enfermedades tradicionales como el newcastle y la influenza, pero confirmó la presencia de organofosforados en el organismo de los animales muertos y semimuertos analizados en el laboratorio de la institución. “El rango normal de colinesterasa en aves es de 800 a 1200 u/l, y en una las muestra analizada se detectó apenas 382,4 u/l“, precisó la profesional veterinaria.

El caso fue comunicado inmediatamente a la unidad especializada del medio ambiente de la fiscalía zonal de Salto del Guairá, a cargo del fiscal José Zarza, quien tomó intervención en el hecho.La responsable del Senacsa manifestó que al descartarse la presencia de virus o enfermedades como causa de la mortandad, el hecho sale de jurisdicción del Senacsa y queda a cargo de otros órganos competentes, que deberán investigar la fuente de intoxicación y hallar al responsable.Tanto los técnicos intervinientes como los pobladores afectados coinciden en presumir que la contaminación viene siendo causada por un par de avionetas empleadas en fumigaciones aéreas en los sojales existentes en los alrededores de la comunidad.

La Dra. Andrea de Zacarías, del Senacsa, dialoga con Hugo Bogado Gavilán, vecino de Jamaica.
Hugo Bogado Gavilán, uno de los afectados, explicó que a menos de 200 metros del lugar está ubicada la pista de aterrizaje y abastecimiento de las avionetas fumigadoras que levantan vuelo por sobre la comunidad y a su paso estarían causando la intoxicación de las aves.El fiscal Zarza se comprometió a realizar una ágil y profunda investigación de los hechos, a fin de determinar la responsabilidad civil y penal de los causantes del grave problema.“Esto se debe frenar antes que las consecuencias sean peores“, indicó.